Michelle jacotey

Los fantasmas del trenazo sinaloa mexico En la noche del 31 de mayo de 1996 ocurrió una de las más grandes tragedias en Mazatlán, cuando un chofer de autobús, quien traía abordo 48 pasajeros, la mayoría de ellos estudiantes, imprudentemente decidió ganarle el paso al tren en el cruce de Santa Rosa a pesar de lo cerca que se encontraba, lamentablemente sus cálculos fallaron y el camión fue atropellado por el tren que viajaba a 100 Kilómetros por hora… El camión fue arrastrado por 500 metros y prácticamente fue partido a la mitad, causando que la vida de 34 personas se perdieran, los testigos que se encontraban alrededor del cruce, aseguran que la escena del accidente era peor que la de una película de terror, cadáveres y partes mutiladas como brazos, piernas y cabezas estaban desparramadas entre el campo, el fuego que consumía al camión y los gritos de dolor de los sobrevivientes, entre ellos el del chofer. Lamentablemente aquellas vidas truncadas, no estaban listas para partir esa noche, por lo que algunas de esas personas fallecidas se quedaron a deambular por las vías del tren como almas en pena. La mayoría de esos fantasmas se manifiestan por las noches, gritan y lloran por el recuerdo de su muerte, se aparecen sombras que vagan por las vías para desaparecer entre la oscuridad, e incluso en ocasiones se puede oír el estruendo del accidente como si estuviera sucediendo otra vez. Algunos espíritus están consiente de su muerte, pero hay otros que no saben que murieron, como el caso de una chica que cada 31 de Mayo regresa a nuestro mundo e intenta regresar a casa… Aborda un taxi afuera de la Universidad Autónoma de Sinaloa y le pide que la lleve a una de las colonias cerca del accidente, cuando llegan a la casa, la joven le pide al taxista que aguarde, pues va por el resto del dinero para pagar, cuando el taxista toca la puerta, abre una mujer adulta, cuando el hombre le explica lo que pasó, ella va por una foto y le pregunta que si es la misma chica a quien llevó, cuando el taxista afirma, ella le cuenta que es su hija fallecida, victima del trenazo muchos años atrás.

Michelle jacotey

I fantasmi di trenazo sinaloa messico La notte del 31 maggio 1996, una delle più grandi tragedie si verificò a Mazatlan, quando un autista di autobus, che aveva a bordo 48 passeggeri, molti dei quali studenti, decise sconsideratamente di battere il treno all'incrocio di Santa Rosa. nonostante la sua vicinanza, sfortunatamente i suoi calcoli fallirono e il camion fu investito dal treno che viaggiava a 100 chilometri all'ora ... Il camion è stato trascinato per 500 metri ed è stato praticamente diviso a metà, causando la perdita della vita di 34 persone, i testimoni che si trovavano intorno all'incrocio, affermano che la scena dell'incidente era peggiore di quella di un film horror, cadaveri e parti mutilate come braccia, gambe e teste erano sparse nel campo, il fuoco che consumava il camion e le grida di dolore dei sopravvissuti, incluso quello dell'autista. Sfortunatamente quelle vite troncate non erano pronte a partire quella notte, quindi alcune di quelle persone decedute furono lasciate vagare per i binari del treno come anime doloranti. La maggior parte di quei fantasmi si manifestano di notte, gridano e piangono per il ricordo della sua morte, appaiono ombre che vagano per le strade per scomparire nell'oscurità, e talvolta persino lo schianto dell'incidente può essere sentito come se stesse accadendo di nuovo. Alcuni spiriti sono consapevoli della sua morte, ma ci sono altri che non sanno di essere morti, come nel caso di una ragazza che ritorna nel nostro mondo ogni 31 maggio e cerca di tornare a casa ... Si avvicina a un taxi fuori dall'Università Autonoma di Sinaloa e le chiede di portarla in una delle colonie vicino all'incidente, quando arrivano a casa, la giovane chiede al tassista di aspettare, perché fa pagare il resto dei soldi, quando il tassista bussa alla porta, una donna adulta si apre, quando l'uomo spiega cosa è successo, va a fare una foto e chiede se è la stessa ragazza che ha preso, quando dice il tassista, lei gli dice che è lei figlia defunta, vittima di trenazo molti anni fa.

Michelle jacotey

San Ignacio.- El municipio de San Ignacio sinaloa mexico cuenta con un sinfín de leyendas. Algunas verdaderas y otras que las personas han ido creando con el paso del tiempo, pero que sin duda alguna se han ido convirtiendo en iconos importantes de la historia de este lugar. Uno de los mayores atractivos que llama la atención de los visitantes es la "Capilla del Diablo", donde descansan los restos de Bernardo Escobosa. Esta se encuentra a escasos 100 metros del crucero que conduce la sindicatura de San Juan y que conecta con la carretera estatal, sobre un pequeño cerro al cual puedes llegar tras escalar por espacio de 20 minutos. Esta se puede dominar en todo su esplendor a ir llegando a la cabecera municipal. Las personas que por primera vez visitan San Ignacio, preguntan con asombro sobre la historia de esta capilla, y aunque nadie conoce a ciencia cierta la historia de la misma, platican lo que han oído a través de sus antepasados. Sin duda alguna, una de las historias más sonada es que Bernardo Escobosa llegó a San Ignacio en el año de 1840 proveniente de España, trayendo consigo mercería diversa, telas, espejos, perfumes y demás artículos, que comenzó a comercializar entre los habitantes con el deseo de convertirse en el hombre más rico y poderoso de San Ignacio. Su ambición fue tanta, que decidió venderle su alma al diablo. Su sueño se cumplió y se volvió el comerciante más próspero del municipio. Esto lo llevó a tener grandes propiedades y extensiones de tierra. Finalmente, cuando este murió, cuenta la leyenda que sus familiares lo llevaban a sepultar al panteón cuando un fuerte viento les arrebató el féretro y lo colocó sobre el cerro donde se encuentra la referida capilla, donde fue sepultado. Otros dicen que ese fue su deseo, que lo sepultaran en ese lugar para así dominar sus propiedades desde lo alto, y que además pidió que sus familiares también fueran sepultados en ese lugar, así como toda la descendencia de varones se llamaran como él. Otra historia muy diferente cuenta que en realidad sí llegó de España y que traía mercancía para vender, la cual cambiaba por oro. Recorría los territorios mineros de San Ignacio de aquella época, como fueron Ajoya, San Juan, Los Frailes, El Tambor, San Javier, El Chilar, El Carrizal, Campanillas, entre otros, desarrollando con ello éxito en el comercio ambulante ya en 1869. Era un hombre afortunado y afamado, lo que le ganó la envidia de muchas personas que comenzaron a difamarlo inventando que el dinero que tenía era producto del pacto que había realizado con el diablo al venderle su alma. Bernardo se casó, tuvo cuatro hijos, enviudó, volvió a casarse y tuvo otros hijos. Los Escobosa que existen en Sinaloa descienden de este mítico y legendario personaje, conocido como el que le vendió su alma "al diablo", y que después de más de un siglo de muerto sigue dando de qué hablar.

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