Deja de preocuparte tanto y confía en Dios. Él sabe sabe todo de ti, y también sobre lo que te pasa en la vida. Lo que es bueno, lo que es malo, lo que no te conviene. Y a veces acepta tu insistencia o libertad de elegir lo malo, para que aprendas. Y a pesar de todo, igual te ama, igual te espera. Porque Dios es bueno, y su misericordia es para siempre. Mientras tengas vida... busca a Dios. Y Él dará descanso a tu alma.