Giusy Gil Mammana Parisi

El diario de Fermina: cap. XXXI

2020-11-20 01:20:56

Pido inmensas disculpas...mi posgrado está pesando un montón...pero, aunque a lo poco, seguiré publicando. Fermina está sí en el horno con papas fritas después de tamaña revelación...¡y qué revelación! Porqué no fue Camilo el ladrón del dichoso collar, no, el macanazo fue bien peor...

MISTERIO REVELADO acto sexto


-Pero querido, ¿por qué no pediste socorro a nosotros en vez de robar mi collar?- le preguntó doña Pilar a Camilo. -Yo por cierto te habría encubierto con tu padre.

-Porque esto no lo es todo- siguió el señor Lafayette, sin esperar que Camilo se devanara los sesos para encontrar una respuesta. -Este joven está detenido por gambling clandestino y tráfico de mercancía robada, debido a que quien en serio hurtó su collar no fue Camilo Montero y sí fue su hijo William. Fue él que se lo dio a su amiguito, a cambio de que este convenciera a su padre coronel a reservarle como fuera una plaza en el ejército regular, como que le faltan sobresalientes para unirse sin chanchullos. El año académico está a punto de terminar y su hijo no estudió lo bastante, así que no hay más tiempo para ponerse al día. 

-¡Mentiras!- gritó doña Pilar de Altomonte, escandalizada.

-¡A callar!- se impuso el señor Lafayette. -Su hijo es un sinvergüenza y nada más se le ocurrió sino un trato delictuoso con otro farsante igual que él! Si no lo detuvieron junto a su compinche, se debe a que, por las leyes, los hijos que les hurtan a sus padres se queda asunto de familia. ¡Le contó a ustedes que vió a esta chica revolviendo el tocador de su habitación nada más para sacarse las castañas del fuego con los papás! Si no fuera aún menor de edad y más, si no fuera un Esquivel -señora mía, todos sabemos que el mundo anda del revés-, aunque no estaría detenido por hurtar el collar de su madre, podría ser procesado por calumnia. Esta señorita no tiene idea ni del color de las paredes de su habitación. A cambio de no contarle nada al padre de este muchacho sobre el chanchullo que acababa de descubrir, logré la confesión de Camilo Montero. También hay una empleada doméstica que trabaja por usted y en el mismo momento del supuesto hurto vio a esta señorita con una compañera...

No logré oir nada más. No podía ser verdad nomás...William...no...

Si hubiera sido Camilo el que me acusara de robar ese dichoso collar, ni le habría hecho caso. Misterio resuelto y listo, cada uno a lo suyo. Pero William no, el amor de mi vida no...no...no...