Giusy Gil Mammana Parisi

El diario de Fermina: cap. XIX

2020-07-14 22:58:24

Queridos estudiantes, ¿sabían que la mayor edad en Argentina no es a los 18, igual que en Europa, USA, Brasil y otros países de América latina y central? Sino a los 21. En Argentina, chorro/a = ladrón/a (argot juvenil). Cuidado, en la variante mexicana significa mucho (te quiero un chorro = mucho)

UN DÍA MUY SOMBRÍO: acto tercero

Fue un día muy sombrío. Si una mujer como doña Pilar me acusaba del hurto de su collar billonario y sin la confesión del verdadero ladrón (algo que raramente solía acontecer), sólo podían esperarme años en un correcional, hasta la mayor edad, que en Argentina sigue siendo a los veintiún años. No quería ni pensar que tendría que pasar años sin ver a mi hermanito bebé, cuya presencia siempre me llena el corazón de alegría. Y quería olvidar por completo las palabras de burla de William, al que seguía amando a pesar de su desprecio y a pesar del odio que su madre, por cierto, sentía hacia mí. Pero, si se hubiera descubierto que yo no le robé, que no soy ninguna chorra, ¿quién sabe? Mi abuela dijo que tenía la solución. Almorcé en su pieza. No quería perder de vista ni un solo minuto a mi hermanito. Quería disfrutar de su presencia lo más posible. 

En cuanto pudo dejar a mi mamá más tranquila en su cuarto, después de haberla convencido que almorzara algo y hacer con que se durmiera, abuela Renata vino a regañarme por mi conducta. En ese momento yo estaba fregando platos en la cocina. Me amonestó entre cuchicheos, claro, para no despertar a mi mamá. Sino se hubiera armado otro alboroto, sin duda. Pero abuela Renata estaba dispuesta a escucharme y en cuanto paseaba a mi hermanito para que descansara en su siesta de la tarde, le conté todo. Fue un alivio desahogarme con mi abuela. Ella me entendió. Después de una rápida ducha, me llevó otra vez a su cuarto y me hizo acostar en su cama. Mi abuela se la pasó consolándome, mientras que mi hermanito dormía plácidamente en su cuna.