Erika Pereira

No importa la hora, ni el día... ¡y menos las circunstancias! Un café siempre es buena compañía...

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Erika Pereira

¿Por qué nos cuesta alcanzar nuestros sueños? La mejor forma de motivarte es colocar paralelamente tu mente con tus sueños. Soñar lo que deseas es muy fácil, pero lograr tus sueños requiere que sigas determinados pasos de manera disciplinada para llevarlo a la realidad. Es justo aquí donde surgen los inconvenientes. Entre querer y recibir hay un largo trecho. Es esta demora lo que puede llegar a sabotearnos, porque nuestro sentir no está alineado con nuestros objetivos. Sabemos desde pequeños que debemos actuar para lograr nuestros objetivos, pero siendo adultos no siempre tenemos las ganas o la energía para hacer que esto suceda. Es allí donde nuestras emociones le ganan a nuestra mente. Por eso, debemos mantener nuestro objetivo en mente y sacudirnos el miedo, cuidando también nuestro lenguaje de frases como “no puedo”. Las investigaciones en Psychological Science (organización líder dedicada al desarrollo de la psicología científica) han demostrado mediante un estudio que innovar el significado de la palabra tiempo, te hace proyectar la importancia de actuar en el presente para que provoques los eventos que quieres a futuro. Esto contrario a lo que se suele suponer como regla infalible de poner nuestra atención en el presente y luego, en el futuro atenderemos lo que tengamos que se tenga que atender. Para que tu futuro sea como lo sueñas, debes actuar hoy y ejecutar con tu emoción uno a uno cada paso. Es tu transformación lo que va a generar el cambio que esperas y alcanzar esos sueños que hoy ves sin fecha para su materialización. Y es precisamente por eso que nos cuesta ver realidad lo soñado. Somos nosotros, con nuestra mente quien nos limitamos. Nos conformamos con soñar y a la vez pensamos “para qué esforzarme hoy si para alcanzar esto que quiero me falta mucho”. Un ejemplo muy sencillo es conseguir la licencia de conducir. Un sueño muy común cuando somos adolescentes (aunque no tengamos ni la edad suficiente) es tener un carro y por supuesto tener licencia para manejarlo. Imagina que ya tienes la edad para sacar tu licencia y lo primero que debes hacer para obtenerla es facilitar los requisitos necesarios, y que tu mente te diga a ti mismo: “y para qué voy a sacar la licencia, si todavía no tengo carro”. Te convences de la idea, y es esa esa idea que crecerá en tu mente. Es la idea que te paralizará por años, te desanimará a llevar esos requisitos para obtener la licencia. Contrario a esto, el pensamiento ideal sería “ok, reuniré los requisitos porque mi sueño es tener mi propio carro” Este sería el primer paso, el que te motivará a continuar buscando alcanzar tu objetivo principal, que en este caso es tener tu propio carro. ...Y tú, has alcanzado tus sueños? Cuéntame tu experiencia

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