Como no deseo convertirme en una carga para la familia de mi tío, digan lo que digan, quiero trabajar mientras estudio. Entonces estoy muy feliz de haber conseguido un puesto de peluquera y estetista en una compañía de teatro cristiano de la capital. El trabajo no dificulta mis estudios, debido a que sólo tengo que ir dos veces a la semana. Y la compañía siempre me apoya, dejándome libre de compromisos todas las veces que tengo pruebas y clases durante días y horarios inesperados. Estoy amando este empleo.
Una vez que me reciba, espero encontrar un puesto en una clínica, hospital o algo parecido que me permita trabajar con médicos, cirujanos y enfermeros. Pero no me voy a alejar de la compañía de teatro: aunque realice mi sueño de trabajar por lo que ahora estoy estudiando, me gustaría dedicarle al teatro unas cuantas horas, aunque sea como voluntaria.