Primero: estudiar después de un paro de varias semanas me costó mucho trabajo. Y no fue fácil volver al cole. Al principio quería desistir del año académico porqué no quería toparme con William ni a palos. Aún lo amaba y no habría soportado sus burlas. Ya que aunque a pesar de mis travesuras el totalmente equivocado fue él, un sinvergüenza (como el señor Lafayette le dice) no aprende la lección. Es verdad que sus clases se llevaban a cabo lejos de las mías, es verdad que el complejo escolar es muy grande, pero, como se suele decir, nunca se sabe. Había prometido al señor Lafayette de olvidarme de William, pero, ¿cómo olvidarse de alguien que puede toparse contigo a cada rato? Pero mi abuela y mi padre me habían asegurado que eso no iba a ocurrir. Ellos tenían razón: lo que pasa es que el señor Augustus Lafayette había logrado convencer a los Esquivel de alejar a su hijo del colegio. No sé como ese anciano lo consigo, pero no cabe duda que es un ganador hecho y derecho.