El diario de Fermina: cap. I

La rutina diaria de Fermina

Hola chicos y chicas, me llamo Fermina, tengo quince años, soy argentina y vivo en Córdoba. Hoy les voy a contar sobre mi rutina diaria. Me levanto a las seis de la mañana, tomo mi desayuno y después me aseo. Pero no antes de finalizar mis oraciones de la mañana. Alrededor de las siete me voy a la escuela, donde doña Perfecta, la profesora de estética facial, nos da clases de maquillaje y nos enseña como cortar el pelo, plancharlo y pintarlo. En pocas palabras, como hacerlo bonito. Después hay las asignaturas comunes a todas las secundarias, como que a los quince años ya estoy en la modalidad técnico profesional. Al egresar de la secundaria seré técnico en estética facial y peluquería. Las clases empiezan a las siete. Al mediodía tenemos una hora para el almuerzo. A la una de la tarde las clases vuelven a comenzar y acaban a las tres. Entonces regreso a casa y hago mis tareas hasta las cinco. Después salgo con mis amigas de la escuela dominical y nos quedamos juntas por una hora. A las seis de la tarde vuelvo a casa y a las siete ceno con mi familia: mis padres, mi hermanito de dos meses y mi abuelita Renata, la mamá de mi papá, que vive con nosotros. Nos cenamos temprano, aunque en Argentina las costumbre es la de cenar a las nueve de la noche. Pero mis padres dicen que para los chicos que estudian eso no es lo ideal, porque se les hace tarde a la hora de dormir y al dia siguiente les cuesta levantarse para ir a la escuela. A las ocho nos quedamos viendo un poco de televisión. A las nueves de la noche leo mi Biblia, después me aseo, digo mis oraciones de la noche y a las diez me voy a dormir.